NEHEMÍAS

Hoy estudiaremos el Capítulo 1 del Libro de Nehemías:

4 Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo, 5 y dije:

«Oh Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, 6 ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado! 7 Hemos pecado terriblemente al no haber obedecido los mandatos, los decretos y las ordenanzas que nos diste por medio de tu siervo Moisés.

-*-Nehemías 1:4-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Era obvio que Nehemías era un hombre de fe, podemos ver que dependía totalmente de Dios para llevar a cabo lo que él le había encomendado. Él tuvo éxito porque él dependía de Dios.

Es un tiempo donde en medio de tu adoración exaltando a Dios poniendo hoy a él en primer lugar, vamos a ver resultados. Él comienza: Señor de los cielos, con su oración él esta adorando como nosotros debemos comenzar siempre antes nuestras oraciones, adorando, exaltando ese el lugar donde siempre debemos comenzar.

8 »Te suplico que recuerdes lo que le dijiste a tu siervo Moisés: “Si me son infieles los dispersaré entre las naciones; 9 pero si vuelven a mí y obedecen mis mandatos y viven conforme a ellos, entonces aunque se encuentren desterrados en los extremos más lejanos de la tierra, yo los volveré a traer al lugar que elegí para que mi nombre sea honrado”.

10 »El pueblo que rescataste con tu gran poder y mano fuerte es tu siervo. 11 ¡Oh Señor, te suplico que oigas mi oración! Escucha las oraciones de aquellos quienes nos deleitamos en darte honra. Te suplico que hoy me concedas éxito y hagas que el rey me dé su favor. Pon en su corazón el deseo de ser bondadoso conmigo». En esos días yo era el copero del rey.

-*-Nehemías 1:8-11 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Recuerda a tu Padre, sus promesas reclama ahora, lo que él te ha prometido en ti, en tu familia, en tu ministerio, como Nehemías el recordaba en medio de su oración, en medio de su adoración, era parte recordarle a Dios sus promesas, cuanto él te ha dicho estoy contigo.

Vamos en medio de esa enfermedad, no le eches la culpa a nadie, ni nada, él te ha prometido que está contigo, que te sanara, eres caliente como Nehemías, vamos humíllate en la presencia, recuerda a tu padre hoy, tu sanidad, tus hijos, a él le agrada cuando tú aceptas que eres su hijo y crees en sus promesas, eres coheredero, vamos ahora, princesa de Dios, hombre de Dios.

Te amo padre porque sé que tú estás conmigo, recuerdo lo que me has prometido.

Ya no digas más que tienes un gran dolor, sólo adora como Nehemías, él estaba quizás pasando por un problema, cuéntale a tu padre, a más nadie, el aplasta tu problema.

Hoy pudimos adorar en medio de nuestras necesidades, con la palabra en Nehemías, como este hermoso libro que comienza y termina en oración. Pero el orando adoraba, reconocía el carácter de Dios, leal, comprensivo, él se arrepentía de todos sus pecado, personales y colectivos, él recuerda a Dios, sus promesas, el pedía esa ayuda específica.

Estudio:

Pastora Gabriela De Mota

Comunidad Cristiana Primicias Maracay